Jesús Esperanza de Gloria

Jesús Esperanza de Gloria

domingo, 3 de marzo de 2013

El corazón humano

El corazón humano, no tiene la capacidad de dar el amor que tú necesitas para ser feliz. 

La limitación del corazón humano es grande, pues el no puede hacer nada por sí mismo.

El siempre dependerá de un otro corazón que lo ayude, y que igualmente lo ame, para que el también pueda ser feliz. En esas condiciones el corazón humano está siempre sujeto a las limitaciones de un otro. A veces más débil y mucho más carente que nuestro propio corazón, aumentando así cada vez más el círculo vicioso de la infelicidad.



Un carente busca a otro carente, un frágil se apoya en otro frágil, en la esperanza de que cada uno le dé al otro la felicidad que ambos no tienen. El resultado de eso es la caída, pues nos estamos apoyando en algo sin sustentación en sí mismo. De la misma forma como alguien quiere hacer de nosotros su fuente de felicidad colocando en nuestras manos su enorme necesidad de ser feliz, y nosotros, tú y yo, que también estamos necesitando desesperadamente de felicidad, nos sentimos confusos e impotentes.

Es en ese momento de angustia y soledad que debemos recordar aquella frase: “Jesús te ama” ¡Sí! “Jesús te ama” y con un amor que nace no del corazón humano sino del corazón de Dios.

Nadie te puede amar como Jesús te ama. Simplemente porque Jesús no tiene amor “él es el amor”. El verdadero amor que no puede ser encontrado en el corazón humano porque viene de lo alto, es espiritual, sobrenatural, sagrado.

Jesús no espero ser amado por ti para también amarte, él ya te ama, ahora, ayer, mañana y siempre. Su divino amor no establece condiciones o imposiciones para amarte, Jesús te ama como tú eres. Para él tu no eres feo o lindo, grande o pequeño, blanco o negro, rico o pobre, joven o viejo, pues Jesús, Jesús no ve tu apariencia, pero él ve tu corazón, y es allí en tu corazón que él quiere habitar, para lavar tus heridas, sacar toda tu amargura, secar tus lágrimas y limpiar las cicatrices de tu alma, porque tú, tú eres demasiado muy importante para él.

El corazón humano no tiene la culpa por ser limitado, si alguien no tedio la felicidad que tu esperabas, es porque nadie te puede dar aquello que no tiene; pero cuando tu aceptes recibir en tu corazón ese amor que perdona, ese amor que no cobra, ese amor que da la paz, la alegría; tu corazón humano será transformado en un corazón espiritual, pues en el habitara el amor de Jesucristo. Entonces tú vas a comenzar a ver, a perdonar y amar como Jesús el Señor, y finalmente tú vas a encontrar aquello que tú tanto buscas la felicidad; pues solo el amor de Jesucristo tiene la capacidad de dar todo lo que tú necesitas para ser feliz.

Mira nadie te puede amar como el Señor Jesús te ama.


Nelson Ned 



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