Enoc llevó una vida pura y “caminó siempre con Dios”, (Génesis 5:21-23); Jesús conoció todas las miserias humanas, excepto el pecado (1 Pedro 2 :22).
Enoc, el séptimo patriarca a partir de Adán, profetizó ... «Miren, el Señor viene con millares y millares de sus ángeles para someter a juicio a todos y para reprender a todos los pecadores impíos por todas las malas obras que han cometido, y por todas las injurias que han proferido contra él.»(NVI) Judas 1:14-15.
Jesús, sin dejar de hacer el bien por donde iba, no dejó de anunciar a los pecadores la ira venidera del juicio de Dios.
Dios se llevo a Enoc vivo al cielo: Jesús, después de su resurrección, subió al cielo por su propia virtud, Muchos teólogos dicen que Enoc y Elías son los dos testigos de Apocalipsis: “Daré a mis dos testigos el poder de profetizar… la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará; … sus cuerpos permanecerán tres días y medio sin sepultura… pero después Dios soplará sobre ellos un espíritu de vida… y subirán al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos (Apocalipsis 11) “Esta profecía fue cumplida en el Señor Jesús. A él lo mataron los judíos, incitados por Satanás. Luego Jesús permaneció tres días en la tumba, resucitó victorioso de la muerte, y estuvo cuarenta días después de su resurrección con varias personas que dieron testimonio de esto, después subió al cielo donde permanece, hasta que vuelva por segunda vez pero ya no con un mensaje de misericordia anunciando las buenas nuevas si no de juicio.
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