Abel figura de Cristo

Estaré escribiendo sobre las figuras del Antiguo Testamento que anunciaban a Cristo. Ayer publique Adán figura de Cristo. Hoy los dejo con Abel. 

Abel, el segundo hijo de Adán es, también, una figura del Mesías anunciado: Abel fue pastor de ovejas: Jesús es el pastor de almas, que llama con amor a los cristianos sus ovejas y a la Iglesia espiritual su rebaño: »Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas...(Juan 10:11-14).

El sacrificio de Abel fue agradable a Dios y el de Caín fue rechazado por Dios; el sacrificio de Jesús es el único que Dios acepta para el perdón o la remisión de los pecados; los sacrificios de la antigua ley carecen de valor para este efecto: 

“«Tú no quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer. No te agradaron las ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado. Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios, he venido a hacer tu voluntad. Como está escrito acerca de mí en las Escrituras”»(NTV) Hebreos 10: 6-8. 

Cristo abolió el primer pacto, para establecer el segundo. 

Esta es una ilustración que apunta al tiempo presente. Pues las ofrendas y los sacrificios que ofrecen los sacerdotes no pueden limpiar la conciencia de las personas que los traen...(NTV) Hebreos 9 : 9.

Abel por su piedad y su inocencia, estimulo la envidia de su hermano Caín; Jesús, por su santidad y sus milagros,  atrajo sobre si, el odio de los judíos quienes eran sus hermanos. Caín dijo a Abel: Salgamos, y cuando estuvieron en el campo, lo mató, y los judíos condujeron a Jesús fuera de los muros de Jerusalén y le dieron muerte de cruz.

“La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra” le  dijo Dios a Caín en génesis 4. Sin derramamiento de sangre no hay perdón. Cristo Con su propia sangre no con la sangre de cabras ni de becerros  aseguró nuestra redención eterna. Ahora ha llegado a ser nuestro Sumo Sacerdote. Por eso él es el mediador de un nuevo pacto entre Dios y la gente, para que todos los que son llamados puedan recibir la vida eterna que Dios les ha prometido. Cristo murió para librarnos del castigo por los pecados;la paga del pecado es la muerte.

Adán es consolado por el nacimiento de Seth, quien fue un hijo de bendición, quien perpetuo la raza de los justos; Dios es, por decirlo de algún modo, consolado de la muerte de Cristo, por el nacimiento de una gran multitud de cristianos, quienes son los hijos de Dios por adopción.