Somos lo que pensamos

Amarás y buscarás las cosas en las que meditas. Nos convertimos en lo que pensamos, si nuestra mente esta ocupada pensando o meditando en las cosas mundanas nos convertiremos en "mundanos" porque seremos seducidos por nuestras propias pasiones y comenzaremos a considerar que lo mundano es bueno, agradable y codiciable. El pecado comienza con un engaño, le damos vueltas a ese engaño en nuestras mentes, considerando los beneficios de su gratificación hasta quedar convencidos de sus virtudes, entonces abrazamos el pecado de lleno. La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y arrastran. De esos deseos nacen los actos pecaminosos y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte. (NTV) Santiago 1:14-15

Meditemos en la verdad encendiendo el deseo en nosotros hacia Dios. Si pasas bastante tiempo pensando en Dios, considerando sus virtudes, entonces Él pasara a ser la satisfacción de tu alma sedienta. ¡Solo Él es bueno, agradable y codiciable! No hay manera de ser un ejemplo de uno que ama a Dios sin meditar en lo que su Palabra dice de Él.