La mayoría de las personas admiten que son pecadores, y piensan que pueden agradar a Dios guardando los mandamientos, yendo a la iglesia, orando, siendo bautizados, haciendo obras de caridad o siendo amables con los demás. Creen que si hacen cualquiera de estas cosas van a ganar la aprobación de Dios. El concepto de bueno y malo no es bíblico, en otras palabras el que reza y peca empata... no es así.
La aceptación de Dios por méritos propios, es totalmente ajena a la Biblia. Es bueno hacer el bien pero ninguna de estas obras puede hacernos justos delante de Dios. Nuestra condición pecaminosa es un problema demasiado profundo como para ser solucionado haciendo cosas, por muy buenas que estas sean.
Por otro lado hay personas que reconocen que son pecadores sin esperanza, saben que nada pueden hacer para ser aceptados por Dios. No pueden deshacerse de su condición de pecadores que contamina sus vidas.
La Biblia dice en cuanto a merecer la aceptación de Dios, que estamos totalmente sin esperanza
Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros.
Cuando mostramos nuestros actos de justicia(obras buenas que hacemos), no son más que trapos sucios. Como las hojas del otoño, nos marchitamos y caemos, y nuestros pecados nos arrasan como el viento. (NTV) Isaías 64:6
Nuestra bondad es insuficiente ante la santidad de Dios. Todo intento de eliminar nuestra culpa por nuestros propios medios es ofensivo ante un Dios Santo y puro.
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