Jesús Esperanza de Gloria

Jesús Esperanza de Gloria

lunes, 8 de abril de 2013

A los jóvenes 1

Por J. C. Ryle

¡Qué espantosa realidad! ¡Qué terrible el pensamiento de que cada vez que me reúno con un joven, me encuentro con alguien que con toda probabilidad es un enemigo de Dios, que camina por el ancho camino que lleva a la destrucción, no apto para el cielo! Indudablemente, con tales hechos delante de mí, no te sorprenderá que yo te exhorte, debes admitir que existe una razón. 

Joven, está establecido que mueras una sola vez (Hebreos 9:27); y no importa lo fuerte o saludable que puedas estar, el día de tu muerte está quizás muy cercano. Yo veo a jóvenes enfermos al igual que a viejos. Entierro cuerpos jóvenes tanto como de ancianos. Veo nombres de personas no mayores que ustedes mismos en cada cementerio. En los registros veo que con excepción de la infancia y la vejez, mueren más entre las edades de trece y veintitrés años que en cualquier otra época de la vida. Sin embargo, vives como si al presente estuvieras seguro de que no vas a morir. 

¿Estás pensando que a estas cosas les prestarás atención mañana? Recuerda las palabras de Salomón: "No te jactes del día de mañana; porque no sabes que dará de sí el día" (Proverbios 27:1). "Las cosas serias para mañana", le dijo un pagano a uno que le advertía del peligro que se aproximaba; pero su "mañana" nunca llegó. Mañana es el día del diablo, mas el hoy es el día de Dios. A Satanás no le importa cuan espirituales puedan ser tus intenciones, mientras éstas estén pospuestas simplemente para "mañana". ¡Oh, no des lugar al diablo en este asunto! Respóndele: "¡No, Satanás! ¡Será hoy, hoy! No todos los hombres viven para ser patriarcas como Isaac y Jacob. Muchos hijos mueren antes que sus padres. David tuvo que llorar la muerte de sus dos hijos más amados; Job perdió sus diez hijos en un sólo día. Tu suerte puede ser la misma que la de alguno de ellos, y cuando la muerte te llame, vano será hablar de mañana tú debes partir en el acto.


¿Estás pensando que tendrás una ocasión oportuna para prestar atención a estas cosas en el futuro? Así pensaron Félix y los atenienses a quienes Pablo les predicó, pero esa ocasión nunca llegó (Hechos 17:32; 24:35). El infierno esta pavimentado de fantasías como esas. Más te vale obrar mientras puedas. No dejes sin arreglar nada que sea eterno. No corras ningún riesgo cuando es tu alma la que está en juego. Créeme, la salvación de un alma no es cosa fácil. Todos necesitamos de "tan grande" salvación, jóvenes y viejos; todos necesitamos ser nacidos de nuevo, todos necesitamos ser lavados en la sangre de Cristo, todos necesitamos ser santificados por el Espíritu. Bienaventurado el hombre que no deja estas cosas en la incertidumbre, sino que no descansa hasta tener el testimonio del Espíritu en su interior de que es un hijo de Dios. 

Joven, tu tiempo es corto. Tus días no son sino de un palmo de largo, una sombra,(Santiago 4:14) un cuento que es velozmente relatado. Tu cuerpo no es de bronce. "Los jóvenes", dice Isaías, "caen" (Is 40:30). Tu salud te puede ser arrebatada en un momento: sólo se necesita una caída, una fiebre, una inflamación, un vaso sanguíneo roto, y pronto los gusanos se alimentarán de ti  Hay un sólo paso entre tu y la muerte. Puede que "esta noche vengan a pedirte tu alma". Rápidamente estarás siguiendo el camino de todos en la tierra" dentro de poco tiempo te habrás ido. Tu vida es totalmente incierta, más tu muerte y tu juicio están perfectamente asegurados. Tú también vas a oír la trompeta del Arcángel y tendrás que presentarte ante el gran trono blanco. Tú también deberás obedecer a este llamado, el cual Jerónimo dice que estaba siempre sonando en sus oídos: "Levántate, muerto, y ven a juicio". "Ciertamente vengo en breve" (Apocalipsis 22:20), es el lenguaje del Juez Mismo. Yo no puedo, ni me atrevo a dejarte tranquilo, y no lo haré. 

Ojalá que penetren en tu corazón las palabras del Predicador: "Alégrate, joven, en tu juventud, Y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos; Pero debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio." (Eclesiastés 11:9). ¡Es asombroso que ante tal expectativa algún hombre pueda ser descuidado e indiferente! Ciertamente ninguno es tan loco como aquellos que están contentos de vivir sin estar preparados para morir. Ciertamente la incredulidad de los hombres es la cosa más asombrosa del mundo. Con razón la profecía más clara de la Biblia comienza con estas palabras: "¿Quién ha creído a nuestro anuncio?" (Isaías 53:1). Con razón dice el Señor: "Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿Hallará fe en la tierra?" (Lucas 18:8). Joven, temo que este sea el reporte tuyo y el de muchos otros en la corte de arriba: "Ellos no creerán." Temo que seas sacado precipitadamente de este mundo y te despiertes para descubrir, demasiado tarde, que la muerte y el juicio son una realidad. Temo todo esto y por esto te exhorto. 




J. C. Ryle





No hay comentarios:

Publicar un comentario