Sabemos que "toda la Escritura es inspirada por Dios, y
útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a
fin de que el hombre de Dios sea perfecto (apto, capaz), enteramente preparado para toda buena
obra" (2 Timoteo 3:16, 17)
Algunas personas muchas veces leen Las Escrituras
(Biblia) con un sentido de deber y no lo disfrutan, se les convierte en una
rutina aburrida. Deberían poder compartir siempre el mismo sentimiento del
Salmista y decir: "¡Cuan dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la
miel a mi boca" (Salmo 119:103).
Para que esto se haga una constante en nuestras
vidas leamos la Biblia buscando alimento espiritual ¿Cómo hacerlo? Leer con
propósito, acercándonos a la porción escogida en busca de información específica.
Para obtener alimento espiritual deben leerla con regularidad. Escojan una hora
al día que les quede cómoda, donde sepan que no tendrán ningún tipo de
distracción, y se puedan entregar a la lectura. El lugar debe ser el sitio más
tranquilo del que puedan disponer. Lo importante es que se establezca el hábito
de tomar tiempo cada día para leer la Biblia y orar.
Diez preguntas que debemos hacernos cada vez que
leemos un pasaje bíblico:
1. ¿Cuál es el tema general de este pasaje?
2. ¿Cuál es la lección principal que el pasaje
enseña?
3. ¿Cuál es, para mí, el versículo más inspirador
en este pasaje?
4. ¿Qué enseña este pasaje acerca de Dios?
5. ¿Encuentro en el pasaje algún ejemplo que debo
seguir?
6. ¿Señala el pasaje algún pecado que yo debo
confesar?
7. ¿Hallo en este pasaje algún error que debo
evitar?
8. ¿Presenta el pasaje algún deber que necesito
cumplir?
9. ¿Contiene el pasaje alguna promesa que debo
pedir?
10. ¿Consigna el pasaje alguna oración que debo
hacer mía?
Al leer de esta manera nos obliga a descubrir en la
Biblia un mensaje personal.
Personalicé su biblia, marque con colores los
pasajes que son más significativos para usted. Es una reverencia mal entendida
la que no le permite hacer anotaciones en los márgenes de las páginas de su
Biblia o subrayar pasajes que para usted son de importancia especial.
En mi caso personal, uso varios colores a los que
les di un significado, por ejemplo:
Amarillo: son las advertencias que me hace Dios, de
las cosas que no debo hacer.
Azul celeste: Son los mandatos y leyes de Dios.
Azul oscuro: resalta las cualidades de la
personalidad de Dios.
Verde claro: son las peticiones que le hago a Dios
en oración, de las cosas que quiero para mi vida. Ejemplo: estoy leyendo este
versículo “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis
pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino
eterno.”salmo139: 23-24. Entonces le digo en oración a Dios "Examíname, oh
Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en
mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno."
Rosado: resalto los pasajes que me llegan al alma.
Morado: marco los distintos nombres de Dios.
Verde oscuro: las promesas de Dios.
Naranja: las cosas que detesta Dios, y la ira santa
de Dios.
Rojo: el amor de Dios
Negro: el pecado y sus consecuencias.
Memoricé y medite lo que lee, la meditación es la
“digestión espiritual” aproveche los paréntesis que se abren en su rutina
diaria para repasar detenidamente los pasajes bíblicos que ha aprendido de
memoria. Tales paréntesis son los momentos que pasamos en los transportes
urbanos, el tiempo que gastamos haciendo cola para pagar una cuenta, o aun los
instantes que nos hace demorar el cambio de luces de un semáforo. Demos gracias
a Dios por estos paréntesis (1 Tes. 5:18; Ef. 5:20) y gocémonos en el
refrigerio espiritual que nos pueden proporcionar —si es que los aprovechamos
de la manera indicada.
Lean la biblia en orden, de Génesis a Apocalipsis.
Dios es un Dios de orden y Las Sagradas Escrituras tienen un orden cronológico en la lineadel tiempo.Cualquier persona que quiera pensar con lógica acerca de la vida debe comenzar siempre con Dios y ahí es precisamente donde empieza la Biblia. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Si lee 3 capítulos diarios, en un año habrá leído
toda la Biblia.
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